EQUIPO AL LÍMITE

Para los amantes de la pesca y, sobre todo, del spinning y el jigging, es una lástima la escasez de variedad de grandes especies predadoras y más combatientes en nuestras aguas gallegas y, principalmente, coruñesas. Obviamente, la lubina es la más buscada y deseada y, aunque no dejando de ser bastante escasa en grandes ejemplares, la más abundante de estas especies en nuestra zona. No es nada raro que en las salidas de pesca con amigos salte la típica conversación como: que pena que no haya más variedad, que pena que no haya especies más grandes por aquí...

Por otra parte están los abadejos, mis favoritos en cuanto a lo que pelea se refiere, un gran pez que alcanza tamaños máximos similares a los de la lubina, pero que a partir de unos 2 kg de peso ya es muy inusual encontrárselos en la costa o a poco fondo, por lo que el jigging o el curri de fondo (modalidad que desconozco plenamente) son la única opción.

El resto de capturas posibles, tales como corvinas o sierras de buen porte, se limitan a ocasiones excepcionales y poco comunes, normalmente a finales de verano donde algunos pocos pescadores han podido disfrutar de sus capturas, también inusuales.

Todo esto viene a que, contando con las limitaciones en especies que he mencionado, pienso que la mejor prueba de fuego en lucha con un pez para un equipo aquí, es ver su comportamiento ante un buen abadejo con algo de profundidad, donde la caña y sobre todo la linea y el carrete se ponen al límite. La lucha con un buen robalo desde costa también puede poner el carrete al máximo de sus posibilidades, pero son peleas menos homogéneas y muy diferentes una de otra, porque dependerá mucho de la zona, la altura, las condiciones del mar y muchos otros factores, que hacen más difícil evaluar el comportamiento del equipo.

Los que hayáis tenido la suerte o acostumbráis a pescar abadejos a jigging sabréis que las primeras carreras y embestidas de estos peces son muy duras, segundos claves en los que no les has de dar mucha cancha si estan cerca del fondo porque, al contrario de lo que suele hacer la lubina, que tiene una pelea más noble, éstos buscan cobijo donde rascar la linea ya sea en piedras del fondo o en cualquier estructura de los pecios, donde se suelen pescar. Cuando me refiero a estas peleas, siempre hablo a tenerlas con equipo justito para la ocasión, en cuanto a dimensiones y potencia, ya que a jigging se suelen usar equipos sobredimensionados para la captura de peces de como máximo 8-9kg, que en realidad serían capaces de sacar peces mucho mayores, de los aquí solo vemos en youtube.

Esta vez le tocó pasar la prueba al Tica Spinfocus SU 4000S, que tan buen resultado me había dado trabajando con las lubinas, pero que en esta ocasión se iba a ver bastante más forzado. Pues, pese a no ser un carrete realmente destinado a esta pesca, y que seguramente con mucho uso a tan alta profundidad y presión podría sufrir desgaste, lo cierto esque el examen lo pasó con nota. Según llegó la picada cerré freno a tope y empece a dar máquina sin tregua los primeros 30 metros, a sabiendas que cualquier carrerita en esta zona da rápidamente con un bajo cortado como ya nos ha pasado en varias ocasiones. La respuesta fue perfecta y sacó al pez del fondo, no sin esfuerzo por parte suya y mía, pero sin grandes problemas, a pesar de ir montado en una caña ligera y blanda que tampoco ayudaba mucho en la tarea a este fondo.

Abajo os dejo  el vídeo de la captura, falta lo más bonito, como tantas otras veces, que fue la picada y los primeros segundos, pero la cámara no estaba grabando y hasta tenerlo separado del fondo no nos dio tiempo a encenderla.